Cesc y sus amigos tienen ante sí un reto mayúsculo: tumbar al campeón de Europa. Tiene que remontar ante un equipo que ha dado pocas muestras de debilidad en las últimas dos temporadas. A su favor jugará el Emirates, un estadio donde no ha perdido aún. Al Manchester le vale empatar e incluso perder por un gol, siempre que no sea por 1-0. Roma espera a cualquiera de los dos. Para el United sería su segunda final consecutiva para tener posibilidades de ser el primer equipo en ganar dos veces seguidas la Liga de Campeones desde que se denomina así.
El Arsenal tendrá que cambiar su imagen del partido de ida y recuperar la habitual. Es decir, debe recuperar el toque, la movilidad, la asociación, la valentía. En fin, todas sus señas de identidad. Las declaraciones de Wenger en la previa dejan claro el espíritu del entrenador francés. "El fútbol es divertimento en primer lugar, no importa lo que haya en juego", dijo. Además, cree que sólo se puede jugar bien "si disfrutas de lo que haces". Palabras que hablan de su forma de ver el fútbol. Un juego, sin embargo, que los 'gunners' no mostraron en Old Trafford, donde lo mejor casi fue el resultado, pues pudo ser más abultado.
fuente marca.com
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